Una de las muchas cosas buenas que tiene la primavera es que el monte vuelve a dar frutos y cuanto todo el mundo empieza a buscar espárragos, collejas o cardillos lechales (tagarninas), yo me dedico unos días a buscar setas, antes de que el calor acabe con ellas.
Estas son parte de las que he encontrado hoy (la verdad es que solo he fotografiado las más grandes). La seta del centro es un champiñón silvestre (Agaricus campestre), de algo más de medio kilo. Las setas moradas de los lados son lepistas (Lepista nuda). En total, entre unas y otras algo más de 3 kilos, que como ya es costumbre van a terminar en la sartén.