A mediados de marzo planté en el invernadero los primeros tomates de esta temporada, las plantas eran tan pequeñas y débiles que llegué a pensar que de aquí no iba a sacar nada, pero afortunadamente me equivoqué y a día de hoy ya están así de frondosas. Ya he empezado a "podarlas" quitando las hojas más bajas, tallos laterales y la primera flor, para estimular el crecimiento de la mata.